jueves, 18 de septiembre de 2008

La pensión

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Hoy en mi matutino recorrido por los periódicos nacionales, veo una noticia de un señor que se ahorco, por obstinado que estaba de pagar pensión. Qué difícil estar en esa situación donde las personas que tienen ese tipo de deudas, casi, de por vida, si no pagan son enviados a la cárcel por no pagar la pensión, por regla general un sujeto tiene que ser responsable con los hijos que engendra, en eso estamos claros hasta los que no pagan. Hay mucho carebarro que anda metiendola por todas partes sin importarle si va a dejar un hijo y una madre en una situación nefasta, donde no puede ni trabajar para alimentar a sus hijos.

Suave casi me desvío del tema! lo que les quería relatar es sobre una joven, que era muy alegre, trabajaba como secretaria en una compañía en la que yo trabajaba, era muy extrovertida simpática con todos los compañeros, casi perfecta a simple vista, solamente tenia un pequeño defecto, de los cinco días de trabajo, por lo menos 2 llegaba con olor a tapis.

Siempre a la hora del almuerzo contaba sus anécdotas y vivencias del fin de semana, nos entretenía con sus historias. No sabíamos mucho sobre su viva personal, nunca le preguntamos mucho, lo que único que si sabíamos era que le gustaba enfiestarse.

Un lunes llego muy bronceadita, en la soda, una compañera le pregunto ¿andaba en la playa? y ella respondió que sí que andaba con unos amigos, el fin de semana. Otra compañera dijo ¡que dichosa, es soltera sin hijos y si puede hacer lo que le de la gana! la Secre respondió: que no, que ella tenia 2 hijos y que estaba separada.

Ese mismo día en el café todos planeamos ir a un bar para celebrarle el cumple a otra compañera, unos se apuntaban otros no, en fin la mayoría estaba de acuerdo en ir. Solo faltaba preguntarle a la Secre, cuando le preguntamos ¿Vas con nosotros el Viernes? respondió: No sé porque ese vieja a la playa me dejo limpia! Todo depende si el papá de mis hijos me deposita la pensión, si nos vamos de fiesta... en ese momento nada más se escuchaba el motor de la refri... todo quedo en silencio... nadie dijo nada (en ese momento) pero era evidente que el silencio que se genero en ese lugar nos había hecho pensar lo mismo, como una mujer que tiene hijos y por ende responsabilidades, dispone del dinero de la pensión de sus hijos para tomar guaro.

Pocos meses después la secre dejo de laborar para la empresa, gracias a sus frecuentes llegadas casi tapis al brete, tal vez y ahora si de verdad de un buen uso a su pensión alimenticia...